Los seres humanos somos parte integral de la naturaleza y como parte de ella dependemos de todas los demás partes del planeta. Sí queremos subsistir como especie es necesario que cuidemos de la naturaleza porque somos los únicos que podemos implementar acciones para protegerla.
El planeta como todo ser vivo se encuentra en un continuo proceso de cambio y este es permanente; la tierra como tal no estática y desde su formación ha estado en un proceso de formación y transformación. Muestra de ello es la evolución de los continentes, que han estado (y continúan estando) en constante movimiento. En épocas antiguas se crearon súper continentes que se fueron separando hasta conformar los actuales. Es decir, desde siempre han existido los movimientos de la tierra, terremotos, erupciones volcánicas, surgimientos de islas, corrimientos de tierra, etc.